¿Qué es la eugenesia?

La eugenesia es una filosofía social que sostiene que la humanidad cada vez tiene y debe tener personas más inteligentes, fuertes y sanas a partir de la selección y procreación de los individuos más aptos de la sociedad. Esta teoría tiene sus fundamentos en el llamado darwinismo social, que floreció en el siglo XIX a partir de los estudios de Charles Darwin sobre la evolución de las especies a partir de la selección natural. La palabra eugenesia proviene del griego eugonikéi (ευγονική), conformada por los vocablos eu (εὖ), que traduce “bueno”, y guénos (γένος), que traduce “parentesco” u “origen”. La eugenesia sostiene que las sociedades promueven directa o indirectamente que los individuos con determinadas características (enfermedades, malformaciones, bajo rendimiento académico, ideologías, etc.) no se reproduzcan, lo que devendría en un ahorro para la economía de los países al evitar costear tratamientos médicos, programas especiales de educación, investigación farmacéutica, etc. De esta forma, la eugenesia estaría relacionada con el nacionalismo, el maltusianismo y el natalismo selectivo, y durante los siglos XIX y XX inspiró métodos como el genocidio y la esterilización forzada. En la actualidad, se pueden encontrar manifestaciones de la eugenesia en la orientación genética, el diagnóstico prenatal, la ingeniería genética y la fecundación in vitro.

Por supuesto, las medidas promovidas por la eugenesia han despertado toda clase de críticas, así como sus conceptos teóricos, al punto que la eugenesia ha sido catalogada como una pseudociencia por varios autores. Muchas personas han denunciado que violaciones contra los derechos humanos y todo tipo de discriminaciones se han justificado bajo los preceptos de la eugenesia. Esto incluye el asesinato selectivo a personas por su color de piel, orientación sexual o religión, la esterilización forzosa a personas con defectos genéticos y la expulsión de comunidades de ciertas etnias de algunos países. De todos los casos, el más conocido y el más repudiado ha sido el de la eugenesia nazi, que ejecutó el holocausto (asesinato de más de 6 millones de judíos y casi un millón de gitanos), llevó a cabo el programa Aktion T4, en el que se esterilizaron personas con discapacidades físicas, homosexuales y enfermos mentales y realizó diversos experimentos médicos que devinieron en torturas.

La eugenesia puede clasificarse en dos modalidades: eugenesia positiva, cuando se promueve la reproducción de ciertos individuos dentro de una sociedad pro considerarse “más aptos”; y eugenesia negativa, cuando se desaconseja o restringe la reproducción de ciertos individuos dentro de una sociedad por considerarse “menos aptos”. Algunas de las medidas tomadas por varios países durante el siglo XX para promover la eugenesia fueron: abortos forzosos, matrimonio restringido a ciertas personas, controles de natalidad, genocidio, segregación racial y a personas con enfermedades, control de la inmigración, cierre de las fronteras, esterilización obligatoria y promoción de ciertos matrimonios y de tasas de natalidad diferenciales, también conocido como natalismo selectivo. Con el paso del tiempo, la mayoría de estas políticas fueron consideradas como discriminatorias, coactivas y restrictivas, por lo que fueron derogadas paulatinamente y en la actualidad varias de ellas son consideradas ilegales tanto dentro de las naciones como internacionalmente, por violar los derechos humanos.

Los antecedentes de la eugenesia se pueden rastrear desde la antigua Grecia, donde los padres podían abandonara sus hijos recién nacidos sin recibir ninguna sanción por ello. Esto lo podemos encontrar en varios de sus mitos. En Esparta, la eugenesia era más radical, pues los padres debían llevar a sus hijos recién nacidos ante un consejo de ancianos, quienes decidían si debía vivir para convertirse en guerrero si estaba bien formado, era bello y mostraba signos de buena nutrición. Además de esto, la misma madre sometía al bebé a una primera prueba, en la cual lo bañaba en vino para saber si podía resistir los efectos del alcohol. Por su parte, Platón propone en La República que la vida marital y reproductiva sean reguladas. Esto es apoyado por Aristóteles en su Política, donde dice que se debe evitar que nazcan personas con problemas físicos o mentales.

Más tarde, luego de leer a su primo Darwin, Sir Francis Galton afirmó que la selección natural en el ser humano era impedida por la civilización, pues se defendía a los débiles y los menos favorecidos. Por ello, propuso primero en un artículo y luego en su libro El genio hereditario, de 1869, que debían formularse leyes políticas que “salvaran” a la sociedad de su camino hacia la mediocridad. Con el redescubrimiento de las leyes de Mendel, se incorporaron a la eugenesia estudios estadísticos y genéticos. Poco después, varios de los hijos de Darwin se convirtieron en líderes del movimiento eugenésico inglés, formado en Cambridge. Este movimiento ganó gran popularidad y se extendió a otros países, principalmente al resto de Europa y a Estados Unidos. Así, Graham Bell propuso que se impidieran los matrimonios con personas sordas en la isla de Martha’s Vineyard, donde había una gran población de estas; y Marcus Garvey y W. E. B. Du Bois propusieron una eugenesia que mejorara las condiciones físicas de los afroamericanos, como su estatura. De igual froma, se crearon leyes contra el matrimonio interracial y la miscegeneación, que fueron derogadas en 1967,